Por: Dr. Marcelo Arancibia - Partido GEN - San Juan
Fuentes bien informadas comentaban en los jardines de la Casa de Gobierno, durante la celebración de la tradicional misa de Navidad, que para el próximo cruce sanmartiniano el Gobernador José Luis Gioja, aprovechando la atenta y vigilante mirada de la embajadora de la "Gran Albión" y bajo la enseña de la "Unión Jack", escribirá en los baños de Zonda, junto a la célebre frase "On ne tue point les idées" del Gran Minero Argentino Domingo Faustino Sarmiento, su propia consigna para la posterioridad "L'État, c'est moi". Lo escribirá en francés, y no le importará que la frase le sea atribuida a Luis XIV, "El Rey Sol", quien gobernó Francia entre 1648 y 1715, bajo un régimen absolutista y centralizado.
Hasta aquí el sarcasmo y la ironía. Pareciera que San Juan, mejor dicho sus elites de poder han decidido abandonar la senda democratizadora del siglo XXI, para retrotraernos a los monárquicos siglos XVI y XVII. Los últimos cuatrocientos años de historia universal no han servido de aprendizaje suficiente al Giojismo para formarse un concepto de Estado de Derecho y una idea de República Democrática. "El proyecto de la 2ª reconstrucción" ha resuelto poner a la Constitución Provincial y a sus Instituciones al servicio del interés político de un solo hombre, José Luis Gioja; y, a través de su perpetuación, la consolidación de un modelo político, económico y social basado en la explotación de la mega minería en términos de enclave, para el vaciamiento de nuestros recursos naturales y el enriqueciendo a unos pocos, pero sin detener el avance arrollador de la pobreza, ni achicando la ya abismal e inmoral brecha de la desigualdad.
Sería ingenuo admitir que la decisión, tomada ya en el seno del poder económico y político provincial, de enmendar la Constitución para habilitar la re reelección del Gobernador Gioja, responda a la necesidad de concluir una obra de gobierno iniciada en el 2003. Una vez abandonada la carrera presidencial y/o vice presidencial de José Luis Gioja, hay sin dudas dos factores preponderantes. El primero pasa por la administración de un poder económico descomunal, que no se reduce al mero presupuesto provincial (del orden de los 1.500 millones de dólares para el 2011) sino en la ejecución y/o autorización de nuevos emprendimientos mega mineros en la cordillera (Pascua Lama, Pachón, Azules, Amos Andrés, etc.) que representan inversiones varias veces multimillonarias para los próximos años, superiores cada una de ellas al presupuesto provincial anual, pero que a partir de la Ley Nacional de Glaciares carecen de la atribulada "seguridad jurídica", lo que requiere de un lobby ante la Nación, que para las trasnacionales y la burguesía nacida al amparo de la proveeduría minera de bajo valor agregado, solo puede asumir José Luis Gioja y no otro. El segundo factor es psicológico y se trata de la dependencia atávica "al amo" que inhibe a los giojistas el poder resolver libre y democrática la herencia política de un Gobernador, que como José Luis Gioja y a pesar de no poder ser re reelegido, se ha preocupado y ocupado durante su mandato en forjar su propio mito de infalible y absoluto.
La tentación autoritaria suele ser una conducta común para quienes descreen de los valores democráticos y republicanos. El autoritario avanza siempre, acompañado de una oligarquía sumisa, sobre la libertad, la justicia y la propiedad. El primer problema que debe enfrentar un autoritario vocacional es como deshacerse de las Instituciones que le imponen límites y controles ¿Tendrá José Luis Gioja la templanza para no caer en la tentación autoritaria? Lamentablemente para San Juan la faena ya comenzó. Recientemente la Cámara de Diputados, por decisión del Ejecutivo, anuló al Tribunal de Cuentas como órgano de prevención y sanción de las irregularidades administrativa y de la corrupción en general. Antes, la Defensoría del Pueblo fue esmerilada y neutralizada por los embates implacables y sistemáticos del ex Diputado Leonardelli ante el silencio cómplice del Gobernador; próximamente el nepotismo habrá de colarse en el Poder Judicial y el Poder Legislativo, en su actual composición, ha sido incapaz de elaborar un solo pedido de informes al Ejecutivo o de modificar alguna coma a un proyecto enviado desde la Casa de Gobierno. ¿Serán los dos períodos de Gobierno de José Luis Gioja los más transparentes y honestos de nuestra historia Institucional? En el fracaso de la oposición en el cumplimiento de su mandato como fiscal del poder encontraremos la respuesta a tal interrogante.
En verdad las Instituciones en San Juan no funcionan, no serán los poderes Judicial y Legislativo quienes pongan freno legal y político a la enmienda constitucional. Dirán que la legitimidad de la re reelección reside en la voluntad popular y no en la norma, que al admitir una sola reelección en los cargos ejecutivos, rechaza toda perpetuación en el poder por considerarla fuente de corrupción y autoritarismo. A su vez, quienes desde su condición de factores de poder, en vez de ponerse al lado de la Constitución para su defensa, la reniegan. Así Nuestro pastor, Monseñor Delgado, ya dió su bendición a la enmienda constitucional, mientras la prensa mayoritariamente la apoya o la comenta sin criticar, incluso abordando algún editorialista el análisis de la enmienda constitucional desde la lógica de un militante giojista y no como miembro del cuarto poder.
Sin Instituciones la ciudadanía se encuentra indefensa ante la tentación autoritaria del poder minero / político. Ni siquiera puede echar mano a las oposiciones. Mientras el Pan Radicalismo no empieza por armarse en la Provincia, el Peronismo Federal incurre en el vicio de rejuntarse sin convicción en un proyecto común, solo para lograr algunos cargos menores para luego desarmarse tan pronto cante el boca de urnas el encuestador De Tomaso.
Nunca como antes la desolación en la defensa de nuestras Instituciones ha sido tan marcada por la ausencia de una oposición política organizada y convencida en la defensa de las libertades y nuestro patrimonio provincial intergeneracional. Nunca como antes, ¿tal vez desde Benavidez a la fecha? un Gobernador Constitucional ha puesto en vilo, por la debilidad de las Instituciones, la fuerza de sus ambiciones y el poder económico del sector que representa, el destino de un pueblo, su Democracia y sus riquezas natulares.
Marcelo Arancibia http://diariolibre.info/
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