Por María Pía.- Rodeo, en el departamento Iglesia es el corazón del territorio ocupado por Barrick en San Juan. Allí, el último sábado 15 de enero de 2011, organizaciones comunitarias chilenas y argentinas sacudieron la tensa tranquilidad de ese poblado rural férreamente controlado por la transnacional, que debió valerse de la policía local para interrumpir la marcha que sumaba aplausos y adhesiones de los pobladores.
Se reunieron para dar un abrazo binacional a la cordillera ante “Sencillamente porque la cordillera es nuestra”. Si bien la idea original era concretarlo en el límite de ambos países, al fin, tras demoras sufridas por el contingente chileno, los militantes de ambas naciones se abrazaron entre sí en un gesto simbólico de unir ambos pueblo en la explanada del municipio de Iglesia.
Luego de una asamblea en la plaza, marcharon por la avenida principal mientras los pobladores aplaudían y empezaban a sumarse a los manifestantes. Quizás por eso, la policía que los seguía con gran cantidad de efectivos a pie, en colectivo y autos recibió la orden de abortar la marcha. A solo cinco cuadras de iniciada, una formación cerrada de uniformados se interpuso al paso de los manifestantes al tiempo que les decían que no siguieran ni un paso más. Los militantes intentaron caminar hacia atrás y otra vez el cordón policial de punta a punta le impidió avanzar. Las protestas de los manifestantes se hicieron oír pero no lograron avanzar. Como es su costumbre en cualquier lugar del mundo que deprede, Barrick conseguía acallarlos con el aporte del aparato represivo del gobierno formal de la provincia.
Es que Rodeo es la base de operaciones de esa cuestionada multinacional que explota Veladero, uno de los mayores emprendimientos auríferos del mundo. Según sus declaraciones juradas, produce un promedio diario de 6000 onzas de oro, equivalente a 8 millones 400 mil dólares. Es un megaemprendimiento que separa el oro mediante la mezcla de cianuro y agua (que por la altura, extrae de los glaciares y periglaciares del lugar). Pegada está Pascua Lama, proyecto que extraerá oro y plata de ambos países y los separará con ácido sulfúrico (sustancia mucho más contaminante que el cianuro). Este proyecto, el primero que funcionará merced al Tratado Minero Argentino-Chileno – firmado en 1997 por Menem y Frey- que establece una zona liberada de explotación de metales en beneficio de las mineras transnacionales, es la gran preocupación de las comunidades reunidas el sábado.
“Seguiremos siendo vecinos, más allá del país virtual que ponen entre nosotros. Abrazamos la cordillera que históricamente nos ha separado y que hoy nos une por esta mega minería química a la que estamos siendo expuestos, que es la más contaminante del mundo. No queremos que dinamiten nuestra cordillera. La cordillera es de todos y de todas.”
Antecedentes*
El “Tratado…” significó la entrega de la Cordillera a las transnacionales. Así constituyó un “tercer Estado” minero y transnacional exactamente en las nacientes de agua para ambos países.
A la par de esta política de saqueo, destrucción y muerte, los pueblos afectados por la mega minería a cielo abierto con arrastre de sustancias tóxicas de ambos lados de los Andes, se organizaron en asambleas que, a pesar de ser descalificadas y perseguidas en un novedoso proceso represivo, se fortalecen cada vez más defensa de su territorio.
El Valle del Huasco, Vallenar y Alto del Carmen en Chile como Iglesia y Jáchal en San Juan son las localidades afectadas por estas inmensas minas de Barrick que ya sufren escasez de agua, deterioro de su producción agrícola y de la salud de sus pobladores.
Ambos lados se unieron en julio pasado en un encuentro llamado: “Los Andes sin Minería de Frontera: Causas y Cauces comunes”. Entonces se consensuaron objetivos y acciones conjuntas. El abrazo del sábado demostró hasta que punto, aquello que alguna vez enfrentó a ambos pueblos, hoy los une.
Razones*
Entienden que la contaminación del territorio es un delito de lesa humanidad y que el agua es un derecho esencial para la vida.
Saben que la megaminería metalífera (oro, cobre, plata), no metalífera (sales de potasio, litio, etc) hoy invade territorios, desvasta montañas, se apropian de las fuentes de agua de los pueblos, las contamina con sustancias tóxicas y avasalla sus culturas.
Alertan que no se defienden los derechos humanos si se violan los derechos fundamentales a la vida, al agua y al ambiente sano.
Denuncian que quienes se oponen a esta destrucción son censurados, amenazados, reprimidos y procesados.
Acusan como responsables de convertir a esta zonas en zonas de sacrificio a la presidenta Cristina de Kirchner, a los gobernadores Gioja de San Juan, Beder Herrera de La Rioja, Brizuela del Moral de Catamarca, Jaque de Mendoza, Urtubey de Salta, Barrionuevo de Jujuy, Alperovich de Tucumán, Zamora de Santiago del Estero y todos los sectores cómplices de este modelo.
Exigen la derogación del código de minería y las leyes nacionales que lo complementan y la sanción una ley nacional que prohíba la minería.
Así, motivaron el encuentro binacional de pueblos y el abrazo el “repudio absoluto al Tratado Minero Binacional y al tipo de minería que impulsa”.
También la “defensa irrestricta del agua y los glaciares pues ese tratado posibilita la ubicación de esas megaminas en las altas cumbres, donde están los glaciares.”
Otro de los objetivos es que “se prohíba este tipo de minería en ambos países.”
Además importa “la defensa de nuestras formas de vida, nuestro patrimonio histórico, cultural y social que entienden estas empresas destruyen con diversos mecanismos de corrupción cooptación y extorsión, dividiendo pueblos, comunidades y familias.”
Finalmente aspiran al “reemplazo del modelo económico neoliberal por otro que respete al naturaleza e incluya medidas que conserven y usen en forma eficiente los recursos además de una noción realista de desarrollo.”
*Datos de los volantes repartidos durante el encuentro.
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