POBRE SAN JUAN: Gualcamayo ajusta las últimas tuercas

EN JÁCHAL

Gualcamayo ajusta las últimas tuercas

El proyecto minero está encendiendo las máquinas para comenzar a trabajar en un contexto financiero internacional a contrapelo.

LEONARDO QUIROGA

El proyecto aurífero Gualcamayo, ubicado en el departamento Jáchal, encenderá sus motores para comenzar a trabajar a más tardar a fines de este mes. Están ultimando detalles para que “el 25 de noviembre comience a funcionar toda la maquinaria. Esto se realiza para probar todas las máquinas, para ir realizando ajustes y para que el personal también se vaya acostumbrando al ritmo de trabajo”, comentó Alejandro Flores, superintendente de Comunicaciones de Yamana Gold, empresa encargada del proyecto a través de MASA (Minas Argentinas SA). De esta manera, entrará en producción la segunda mina de oro de la provincia (después de Veladero), mientras otros proyectos como Pascua Lamna y Casposo siguen demorados.

El contexto en el que arrancará Gualcamayo es muy particular, ya que la crisis financiera internacional afectó las acciones de las grandes empresas mineras. Esto produjo en San Juan la suspensión indefinida de las tareas del proyecto Casposo y una difícil situación para Pascua Lama, debido a la imposibilidad de disponer de las acciones invertidas en la bolsa que las empresas mineras utilizan para financiar las construcciones de los proyectos mineros. Claro, esto aparte de la falta de definición en un acuerdo impositivo binacional pendiente.

El proyecto minero Gualcamayo, que comenzó como una operación estratégica de la empresa Yamana para insertarse en Latinoamérica, es actualmente un gran emprendimiento que comenzará a dar sus frutos en corto plazo. Se prevé que la inauguración oficial de la mina se realice en el primer trimestre de 2009, con todo ya funcionando y absolutamente ajustado. “No vamos a hacer algo muy grande, un simple corte de cintas y a trabajar. No es propio de la empresa hacer mucho ruido con estas cosas, aparte la reducción de costos por la crisis afecta también en este tema”, comentó Flores.

Hoy parece que sólo son un recuerdo aquellos helicópteros que transportaban los elementos para armar el primer campamento y las máquinas necesarias para ir preparando el terreno. En esos mismos lugares donde dos años atrás sólo existía un cuartel menor, hoy hay grandes máquinas e imponentes construcciones que se destacan a los 1.949 metros de altura en los que se encuentra ubicada la mina.

La vida del proyecto parece extenderse cada día más, debido a que una vez concluida la vida útil de la mina metalífera, se podrá continuar con la explotación de cal. El oro que se pretende extraer de Gualcamayo tiene la característica de estar contenido en cal, y con las voladuras, esa roca queda en estado de polvo listo para la cocción. “Es parte del proyecto que a futuro se construyan hornos caleros para utilizar la cal que tenemos almacenada. Se calcula que la vida útil de la actividad calera de Gualcamayo puede ser de hasta 40 años”, comentó el superintendente de Comunicaciones.

En principio, el sector de Gualcamayo que se explotará será la Quebrada del Diablo, pero posteriormente se continuará con los depósitos metalíferos Amelia Inés y Magdalena, para luego abocarse al depósito subterráneo ubicado en la zona este-baja de la Quebrada del Diablo.

“Es muy viable que se encuentren en 14 años de explotación e investigación otros yaciemietnos en la zona, que podrán ser utilizados para abastecer a la propia mina. Imaginemos que se encuentre un depósito de gas o petróleo, eso será suficiente para poner en funcionamiento la producción de cal”, comentó Flores.